21 Dic ¿Cuál es el mejor color para mi casa?
Introducir colores en la decoración de interiores no es complicado si sigues unos pasos básicos. En Sueño te ofrecemos unos pequeños trucos para conocer los colores que mejor encajan con el estilo de tu casa.
La elección de los colores es uno de los pilares más importantes de la decoración. Puedes darle un toque de personalidad a una decoración sencilla y elegante simplemente escogiendo los colores adecuados.
¿Quieres un toque de color en tu casa? Aunque el blanco siempre es una apuesta acertada, debes atreverte a introducir otros colores en la decoración de tu casa. Según la mayoría de los expertos debemos utilizar únicamente tres colores en nuestra decoración para lograr un ambiente en armonía y equilibrado, recurriendo a la regla del 60-30-10, un porcentaje del 60 para el color principal, 30 para el color secundario y 10 para el color de acento.
En cuanto a las combinaciones de colores, una de las opciones es la de elegir tonalidades que tengan armonía por analogía, es decir, colores que tengan un denominador común y con los cuales la armonía está garantizada. Otra opción es utilizar colores contrastantes, situados en el lado opuesto de la gama cromática. Pero esto solo es apto para decoraciones arriesgadas ya que el resultado será un estilo lleno de color y fuerza.
La escala de colores blancos y negro es ideal para construir espacios elegantes y armoniosos
Para dar color a tus estancias nosotros te proponemos una decoración en colores neutros como beige, blanco, marrón o gris que romperás con puntos de colores llamativos. Estos puntos pueden ser en forma de muebles y accesorios que rompan la monotonía del resto del hogar. Así, en vez de pintar las paredes y condicionar toda nuestra decoración a esos colores, podrás cambiar más fácilmente y rápido los colores de la casa.
¿Prefieres paredes llamativas y con mucho color? Puedes pintar tus paredes con tonos claros o neutros y decorar las estancias con muebles y toques de color que mantengan la armonía de todo el espacio sin que quede recargado.