3 consejos para iluminar un escritorio de forma profesional - Sueño Mobiliario
Cómo iluminar un escritorio en casa
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3 consejos para iluminar un escritorio de forma profesional

3 consejos para iluminar un escritorio de forma profesional

 

Si eres zurdo, presta especial atención al último punto.

 

Hay muebles que puedes colocar en casa en uno u otro sitio sin tener en cuenta más que tus propios gustos o la propia armonía del estilo que has elegido para decorar tu hogar. Una librería, por ejemplo, la puedes poner donde más te guste, una cómoda o mesa baja también, pero hay muebles y muebles. Y una mesa de escritorio es un mueble único y muy especial. Sigue leyendo y aprende a iluminarlo como lo hacen los diseñadores de interiores profesionales.

Un escritorio no puedes ponerlo donde de primeras se te antoje sin tener en cuenta la luz que va a dar sentido a la finalidad última de este mueble. Igual que deberías dedicar tiempo a elegir el mueble perfecto, con un estilo que se adapte a lo que buscas y una madera de calidad, habrás de tener muy en cuenta cómo vas a iluminar un escritorio en el que en principio pasarás largas horas trabajando, leyendo o haciendo de todo con el ordenador.

Tres factores son los que deberías aplicar a la hora de iluminar tu nueva mesa de escritorio.

 

1. Aprovecha la luz natural

¿Tienes claro por dónde sale el sol en casa? ¿A qué horas y por dónde entra más luz en invierno y en verano? Es imprescindible que valores este tipo de cuestiones antes de ponerte con la iluminación artificial de tu escritorio. La luz natural es algo que deberías de buscar y fomentar en tu hogar y sobre todo en esos espacios que vas a destinar a trabajar o a leer.

Dentro de este primer apartado, piensa de nuevo en tres cosas: cuánta luz necesito, a qué horas la necesito y por dónde quiero que entre.

  • Cuánta luz necesito. La intensidad de la luz natural es importante, si sitúas tu escritorio al lado de un ventanal que mira al sur es probable que la luz sea excesiva y, en vez de iluminar tu trabajo, acabe por molestarte. Además, la luz directa puede llegar a dañar tu mueble de madera. Contempla la posibilidad de instalar cortinas en ese ventanal o coloca el escritorio en un lugar donde la cantidad de luz sea inferior.
  • A qué horas necesito la luz. Puede parecer obvio, pero no te olvides de que el sol entra por un lado por las mañanas y por otro por las tardes. Si normalmente necesitas trabajar en tu escritorio a las ocho de la mañana, comprueba que te gusta la luz natural que tienes a esa hora y no la luz que entra por la tarde.
  • Por dónde quiero que entre la luz. Si vas a establecer el escritorio como tu lugar de trabajo, quizás sea interesante recibir la luz natural desde atrás para que no te deslumbre en los ojos. Sin embargo, esto puede hacer que la luz se refleje en la pantalla del ordenador y tampoco resulte agradable para trabajar. Lo mejor es que hagas la prueba y encuentres el lugar perfecto para ti.

 

2. Ten en cuenta los tres niveles básicos de iluminación artificial

  • La luz general.  O sea, la del techo. Es recomendable una luz cálida con un gran ángulo de apertura, que no enfoque más unos puntos que otros con su haz de luz.
  • La luz específica. Es una extensión de la luz general para reforzar algún punto de la estancia que haya quedado con un mayor nivel de penumbra. Una lámpara de pie o proyectores led de pared son perfectos para rellenar el espacio con una luz general agradable y con una densidad bien repartida.
  • La luz de trabajo. Sobre la propia mesa de escritorio necesitarás un punto de luz cuyo nivel lumínico puedas graduar en función de tus necesidades. Un flexo de pie o de pared con luz blanca o fría es lo ideal para que te ayude a no perder la concentración en el estudio o la lectura.

 

3. ¿Con qué mano escribes?

Hay un último factor importante que a menudo pasa desapercibido y no debería ser así. A pesar de que utilicemos en mayor medida el ordenador, al trabajar o estudiar también necesitamos escribir con papel y boli.

Para evitar hacer sombra con nuestra propia mano sobre el papel o libreta que utilicemos, la luz tiene que llegar por el lado contrario a la mano con la que escribimos. Esto es, si somos zurdos necesitaremos que la luz entre por la derecha y si somos diestros por la izquierda. Tenlo en cuenta, notarás la diferencia enseguida.